lunes, 12 de enero de 2009

Está bien chido... pero no vayan

Recién regreso de mis extendidas vacaciones decembrinas. A propósito del post de mi queridísimo compa de blog desierto, no prendí mi celular en una semana. Y no había motivo porque estos días anduve en la paradisiaca playa de Chacahua en Oaxaca. Atardeceres y amaneceres de plato naranja iluminando el agua, olas para nadar y nadar, laguna con agua cristalina para ver cangrejos y pelícanos, playa gigante para encontrar conchitas, esqueletos de pez globo o garzas en un pie tomando el sol. Es la playa con más muchacha guapa que he visto en mi vida. Era lo más cercano al paraíso que AXE planteaba en sus comerciales. Chela barata, comida barata, palapa fresca para mecerse en una hamaca. Lo mejor fue liberar tortugas al atardecer y subir al faro a ver la curvatura de la Tierra.

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