
Lo cual me hizo pensar en el señor Rosewater. Lo que me trae de vuelta aquí y a mi abtencionismo (no sólo el electoral) dado que hace meses que no escribo nada.
De cierta forma no ha sido mi culpa. Desde abril estoy trabajando como lacayo del AutoCAD (dibujante) en el despachito de un ingeniero. En realidad no hacemos cosas muy complejas, pero sí laboriosas. Sueño con tabiques y tuberías. Mañana me toca una de esas letanías. En fin.
El punto es que me acordé de el blog. Siguiendo un poco el tema de los libros recién fue el 'tercer remate anual' (me siguen los remates, hace como un mes fui a la liquidación de la libreria juan o'gorman) y como ahora sí tengo dinero, pues me destrampé comprando libros. Libros que por cierto ya no caben en mi habitación. Entre las joyitas que me encontré fueron unos libros de reciente aparición (lo que prueba que los remates no lo son tanto, y que pueden ser vehículos promocionales) de

Lo que me recordó que antes de que fuera yo un asalariado (*$$ka-ching!$$*) me daba por de vez en cuando, dibujar. En honor a la verdad (y como comprobé en un maratón de croquis en mi facultad) soy medio maleta, y agarré la libreta que había encuadernado para tal uso, y me puse a garabatear, o a pasar en limpio garabatos que tenía en otros lados. De tal suerte que empezaré a poner cosillas aquí, para hacerme de una especie de disciplina y poner mínimo algo a la semana, a ver cómo voy 'evolucionando'. A ver qué pasa.
A manera de epílogo, cambié el look del blog porque pese a que me gusta mucho el color negro (¿es que hay otro color?) me mareo leyendo mi propio blog. Supongo que no soy el único...